La freidora, siendo práctica y adaptable, se convierte en el dispositivo perfecto para simplificar la preparación de comidas cotidianas. Sus beneficios son múltiples: acelera el proceso de cocción en comparación con el tradicional horno, permite un uso más moderado de aceite, lo que se traduce en platos más ligeros, y proporciona la textura deseada, logrando alimentos crujientes por fuera y suaves y jugosos por dentro.
Debido a su valiosa utilidad en la cocina, aquí te presentamos 12 recomendaciones y trucos para utilizar la freidora sin aceite y obtener resultados impecables.
1. Evitar la producción de humo
¿No deseas tener humo en tu cocina? Algunas freidoras pueden generar humo al cocinar alimentos particularmente grasos, como salchichas, panceta de cerdo o alitas de pollo. Para evitar esta situación, coloca medio vaso de agua en el fondo del cestillo debajo de la parrilla. De esta manera, la grasa se acumulará en el agua en lugar de entrar en contacto directo con la superficie caliente, lo que evitará la formación de humo.
2. Evitar la sobrecarga
Los alimentos necesitan espacio y circulación de aire para quedar crujientes. Por lo tanto, evita sobrecargar el cestillo de la freidora y distribuye los alimentos de manera uniforme sin superponerlos demasiado. Cocinar en una sola capa, sin apilar los alimentos, asegura una cocción perfecta y más rápida, especialmente cuando se trata de filetes, filetes de pescado, hamburguesas y chuletas.
3. Ajustar los tiempos de cocción
Al igual que con el horno tradicional, los tiempos de cocción de los alimentos pueden variar según el modelo de la freidora. Es posible que necesites ajustar los tiempos de cocción, ya sea reduciéndolos o prolongándolos. Por lo tanto, mantén un ojo en tus platos para verificar su estado, considerando una posible diferencia de 2 a 5 minutos en los tiempos indicados en la receta.
4. Agitar la cesta a mitad de cocción
Para lograr una cocción uniforme y crujiente, recuerda agitar los alimentos o voltearlos al menos una vez durante la cocción. Esto es especialmente importante para alimentos más pequeños, como las patatas fritas, que podrían compactarse.
5. Usar aceite con moderación
Los alimentos en la freidora no requieren grandes cantidades de aceite para obtener una textura crujiente. El exceso de aceite puede acumularse en el fondo y generar humo. Para asegurarte de usar la cantidad adecuada de aceite, simplemente rocía ligeramente los alimentos con un pulverizador de aceite. Además, no es necesario agregar aceite a los alimentos fritos congelados, como las patatas fritas precocinadas, ni a los muslos de pollo con piel.
6. Elegir el tipo de aceite adecuado
Cuando se trata de seleccionar un aceite para tu freidora, opta por aquellos que tienen un punto de humo más alto, alrededor de 200 °C. Esto evitará que el aceite se descomponga y libere sustancias tóxicas durante la fritura. Aceites como el de oliva, aguacate, maní, girasol, arroz y maíz son adecuados para freír con la freidora.
7. Utilizar papel pergamino con precaución
Es posible emplear papel pergamino en la freidora, pero asegúrate de que sea adecuado para colocar directamente debajo de los alimentos. Esto evitará que se levante, toque la resistencia y se queme. Puedes encontrar láminas cortadas y perforadas en el mercado o cortar papel pergamino del tamaño adecuado para tu freidora y hacer algunos agujeros por tu cuenta para permitir una buena circulación de aire.
8. Empanar con pan rallado
Las masas demasiado líquidas o demasiado densas no son ideales para la freidora, ya que podrían desprenderse de los alimentos durante la cocción. Para obtener un empanizado crujiente y dorado, simplemente utiliza pan rallado.
9. Evitar que las verduras se sequen
Algunos alimentos, en especial las verduras cortadas en trozos finos o pequeños, tienden a secarse durante la cocción. Para evitarlo, agrega una cucharada de agua en el fondo de la freidora. Este sencillo truco creará un ambiente húmedo que contribuirá a cocinar las verduras de manera óptima.
10. Atención a las especias
Todas las especias son ligeras, y el ventilador que circula aire caliente dentro de la freidora puede hacer que las hierbas, especias y sal utilizadas en la sazón vuelen literalmente. Para evitar esto, fíjalas sobre los alimentos con una gota de aceite, lo que las mantendrá en su lugar.
11. Optar por porciones pequeñas
Los alimentos cortados en porciones o trozos pequeños no solo se cocinan más rápido, sino que también ahorran tiempo y energía en la cocina. Por lo tanto, es preferible cocinar el pollo en trozos en lugar de entero.
12. Utilizar un termómetro de cocina
La forma más segura de asegurarse de que la carne esté cocida completamente en su interior es emplear un termómetro de cocina. Con esta herramienta, puedes verificar la temperatura interna de la carne para garantizar su cocción adecuada.