Tips para conservar las castañas frescas por más tiempo

En este artículo, te proporcionaremos algunas sugerencias sobre cómo prolongar la frescura de las castañas y disfrutarlas durante más tiempo. Las castañas son las protagonistas del otoño y su delicioso sabor es irresistible. Estas frutas son excelentes por sí solas, pero también se convierten en ingredientes valiosos para una variedad de postres.

Aunque la temporada de castañas es de septiembre a noviembre, es posible disfrutarlas fuera de temporada siguiendo adecuados métodos de conservación. Aquí compartiremos contigo consejos útiles para conservar las castañas y asegurarte de tenerlas disponibles incluso después de que termine su temporada.


Conservación con el Método de la Novena:

Castañas en remojo
Castañas en remojo

Si deseas preservar las castañas recién cosechadas, puedes optar por el método tradicional conocido como «novena», también llamado «curado con agua» o «ahogamiento». Este proceso implica sumergir las castañas en agua fría durante un período de nueve días. Debes estar atento a los frutos que floten en la superficie, ya que deben eliminarse.

Durante los primeros cuatro días, se recomienda cambiar el agua a la mitad, mientras que del quinto al noveno día, se debe reemplazar completamente el agua. Luego, después de los nueve días de remojo, escurre y seca las castañas minuciosamente, preferiblemente en una bandeja durante aproximadamente dos días. Una vez que estén completamente secas, puedes almacenar las castañas en cajas de fruta tradicionales, donde se mantendrán durante unos tres meses.


Conservación mediante Congelación:

Castañas congeladas
Castañas congeladas

La forma más sencilla y rápida de conservar castañas frescas en casa es congelarlas. Para hacerlo, primero debes lavar y secar las castañas a fondo. Luego, realiza un corte en cada una de ellas y colócalas en bolsas de congelación adecuadas. Simplemente coloca las bolsas en el congelador, donde se conservarán durante aproximadamente un año. Cuando desees disfrutar de las castañas, solo necesitas descongelarlas, cocinarlas y saborearlas.


Conservación mediante Secado:

Castañas secas
Castañas secas

Otra técnica tradicional para conservar las castañas frescas es el secado. Este proceso implica deshidratar gradualmente las castañas, conservando su piel. Para llevar a cabo este método, coloca las castañas al sol durante un par de meses durante las horas más cálidas del día, dándoles la vuelta con regularidad. Durante las tardes y noches, es recomendable protegerlas de la humedad, llevándolas al interior de la casa.

¿Cómo saber cuándo están listas? Cuando las castañas se deshidratan internamente, su piel y cáscara se desprenden fácilmente con un simple frotamiento entre las manos. Una vez secas, puedes almacenarlas en un recipiente hermético, donde se mantendrán durante aproximadamente 12 meses. Cuando estés listo para disfrutarlas, simplemente remójalas en agua tibia durante unos minutos y estarán listas para comer.


Conservación de Castañas Cocidas:

Castañas cocidas
Castañas cocidas

Si ya has cocido las castañas, ya sea hirviéndolas o asándolas, puedes conservarlas sin problema. Después de cocinarlas, déjalas enfriar y retira la piel exterior. Luego, coloca las castañas en bolsas de alimentos adecuadas y guárdalas en el congelador, donde se conservarán durante aproximadamente seis meses. Cuando desees disfrutarlas nuevamente, simplemente descongélalas y caliéntalas en una sartén u horno, ¡y estarán listas para servir!